La Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios en Sudán difundió a través de un comunicado que esas personas se refugiaron en los campamentos para desplazados de Dereig, en la localidad de Nyala, y de Damma, en la demarcación de Mershing.
Por su parte, la organización cívica Comité Central de Médicos dio cuenta de que en los choques armados entre comunidades en Darfur Meridional en los siete días precedentes perecieron nueve civiles, seis de ellos por heridas de bala, en tanto otros 18 resultaron heridos.
Aunque algunos líderes de Darfur señalaron que la violencia se desató en ese territorio entre tribus de pastores y agricultores por el control de tierras fértiles para la cría de ganado o con destino al fomento de cultivos, algunas fuentes consignaron la implicación directa de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido.
Por otro lado, el Gobierno regional de Darfur sostiene que los conflictos en el área tienen como trasfondo problemas de seguridad y desarrollo local, determinados en buena medida por falta de apoyo de las autoridades centrales.
En este norteño país africano, que sufrió un golpe de Estado el 25 de octubre de 2021, en abril de 2019 dimitió por presiones de los uniformados y en medio de multitudinarias protestas populares el entonces presidente Omar Hassán al-Bashir.
Con notable inestabilidad política y social, Sudán, donde está al frente del gobernante Consejo de Transición el general Abdel Fattah al-Burhan, presenta una economía en crisis, atenazada por una elevada tasa de inflación.
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