Según informó este viernes el coronel Kiril Kazantsev, jefe de las fuerzas de misiles antiaéreos aún quedan interrogantes sobre el incidente, y se consideran dos versiones que pueden ser el lanzamiento involuntario por desperfectos del cohete, o una provocación deliberada de la parte ucraniana.
El 29 de diciembre, un misil tierra-aire S-300 lanzado desde Ucrania fue derribado por las fuerzas de defensa antiaérea de las Fuerzas Armadas belorusas tras penetrar en el espacio aéreo del país.
Los restos del misil cayeron cerca del pueblo de Gorbaja, en el distrito Ivánovski de la región de Brest.
Minsk exigió a Kiev una investigación exhaustiva del incidente, el procesamiento de los responsables de lo ocurrido y la adopción de medidas exhaustivas para evitar que se repitan situaciones similares.
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