Mientras los conflictos se intensifican, el diálogo es la única esperanza para la paz, asegura el texto publicado por el portal web de ONU para repasar las principales tensiones políticas de 2022.
Entre las crisis más preocupantes en curso, Naciones Unidas reconoció las consecuencias de la operación militar de Rusia en Ucrania y su impacto en la recesión económica del planeta.
En medio de esta, el organismo consiguió la implementación de la Iniciativa de Granos del Mar Negro para reanudar las exportaciones desde los puertos ucranianos en julio y allanó el camino para que los alimentos y fertilizantes rusos llegaran a los mercados globales.
África, por otra parte, es escenario de conflictos que afectan la estabilidad y la vida de civiles, así como de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU.
Entre estos, el informe recoge a Mali y la República Democrática del Congo como alarmantes destinos para los representantes de Naciones Unidas. Sudán y Etiopía, en tanto, muestran mejores señales para un eventual entendimiento.
En el Medio Oriente, las principales acciones para promover el diálogo se centraron en Siria, tras once años de guerra, y Yemen, con seis años de un conflicto que en 2022 vivió su primera tregua.
La región además alberga el diferendo entre Israel y Palestina con un fuerte aumento de la violencia contra los civiles, según expertos.
América Latina y el Caribe, en tanto, alberga un panorama desolador por la situación de violencia en Haití, mientras que en Colombia se evidencia una posible paz duradera tras décadas de guerra civil.
En Asia, los derechos de las mujeres constituyen el principal desafío para los organismos de Naciones Unidas bajo el gobierno de los talibanes en Afganistán, que además enfrentan a grupos extremistas.
La paz ocupará un lugar más destacado en la ONU en 2023, cuando su secretario general, António Guterres, presente una nueva agenda a los estados miembros.
A juicio del representante, los esfuerzos para el cese de conflictos son necesarios “para salvar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, con un multilateralismo revitalizado que sea efectivo, representativo e inclusivo”.
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