Pelé, de 82 años, estaba internado desde el 29 de noviembre en el hospital paulista Albert Einstein, para una reevaluación de terapia quimioterápica de un tumor de colon y tratamiento de una infección respiratoria.
El 21 de diciembre, sin embargo, su estado empeoró y, de acuerdo con el informe médico publicado por el centro sanitario se presentó una progresión de la enfermedad oncológica y necesitaba «una mayor atención relacionada con las disfunciones renales y cardíacas».
Un último parte hospitalario indica que el exjugador murió a las 15:27, hora local, del pasado jueves víctima de un fallo multiorgánico, resultado de la progresión del cáncer de colon asociado a su condición clínica previa.
Por la jerarquía e historia, el club Santos, el de los amores del exjugador, señaló que despedirá a su ícono y preparó en los últimos meses una especie de Operación London Bridge.
Al igual que en el caso de la muerte de Isabel II, monarca de Reino Unido hasta septiembre, decenas de protocolos fueron desarrollados, detrás de las escenas, para ser activados tan pronto como se confirmó la noticia de la muerte del exjugador.
Vila Belmiro, estadio del equipo paulista, pasó a ser escenario de un intenso movimiento y comenzó a recibir diversos equipos para el adiós.
El venerado como el mejor futbolista de la historia será velado, el 2 de enero en el césped del recinto, precisamente en medio del campo en el que debutó en noviembre de 1956 y marcó 288 goles. En ese mismo lugar, en 1974, se arrodilló y se despidió del club.
Cuando el ataúd se coloque en el centro del césped del Vila Belmiro, la previsión es que la ceremonia comience a las 10:00, hora local, del lunes y esté abierto al público hasta el mismo horario del martes (3 de enero), cuando se realizará una procesión por las calles de Santos.
El cortejo pasará también por la zona conocida como Canal Seis, donde vive la madre de Pelé, doña Celeste (con más de 100 años), siguiendo para el Memorial Necrópolis Ecuménica para la sepultura reservada a los familiares.
Ante la noticia del fallecimiento, el presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva consideró a Pelé como uno de los pocos compatriotas que llevaron el nombre de Brasil tan lejos.
«Pocos brasileños han llevado el nombre de nuestro país tan lejos. Por más diferente que fuera el portugués que fuera el idioma, los extranjeros de los cuatro cantos del planeta pronto daban un modo de pronunciar la palabra mágica: Pelé», escribió el exsindicalista en la red social Twitter.
rgh/ocs