En entrevista con el periodista franco español Ignacio Ramonet, divulgada a través de las redes sociales, el gobernante hizo un recuento de las conversaciones sostenidas con líderes de sectores opositores en el Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo.
Mencionó las reuniones con los secretarios generales de los partidos Acción Democrática, Copei (Socialcristiano), Primero Venezuela, Cambiemos, Avanzada Progresista, Alianza del Lápiz y Fuerza Vecinal.
Sobre esta última expresó que se trata de una agrupación política joven y de la cual recibió sus críticas, aportes y propuestas, tras dialogar largamente. Subrayó que el Gobierno está en permanente diálogo político con todos los sectores del país y que como Presidente lo caracteriza estar siempre dispuesto a oír, dialogar y conversar.
En el año 2022 hemos consolidado este clima de armonía, de paz, de convivencia que hoy tiene Venezuela, apuntó.
Maduro explicó que en su país no existe una sola fuerza política opositora, sino que hay una gama de intereses diferentes, y los medios de prensa internacionales los presentan como un solo bloque.
En el mundo cometen un error, un error inducido por las agencias de noticias y los grandes medios hegemónicos del capitalismo mundial, de decir que el Gobierno bolivariano que yo presido, y las fuerzas bolivarianas, entramos en diálogo con la oposición, insistió.
Valoró que ese proceso de fragmentación, de creación y atomización de la oposición surgió como resultado de las políticas extremistas aplicadas durante cuatro años por el presidente Donald Trump (2017-2021).
El jefe de Estado comentó que ahora la oposición más famosa en Occidente es la llamada Plataforma Unitaria, la cual fue liderada de manera errática por un tiempo por Juan Guaidó, y que reúne a gente como Henrique Capriles, Henry Ramos Allup, Manuel Rosales y otros.
Apuntó que con ese sector mantienen una conversación, un diálogo permanente, una negociación y acuerdos (dos) como los alcanzados en Ciudad de México. Maduro refirió que el último pacto fue un acuerdo social “muy bien trabajado”, con el objetivo de recuperar tres mil 150 millones de dólares congelados, secuestrados en bancos en el exterior y que serán invertidos en salud, educación, electricidad y resarcir los daños ocasionados por las lluvias.
mem/jcd