El Ministerio de Salud palestino precisó en un comunicado que los militares mataron a Mohammad Samer Houshieh, de 22 años, por un disparo en el pecho, y a Fouad Mahmoud Abed, de 25, tras sufrir el impacto de una bala en el vientre.
Numerosos efectivos castrenses irrumpieron en la mañana en Kufr Dan para demoler las casas de dos palestinos que ejecutaron el pasado año un ataque mortal contra un puesto de control en la Ribera Occidental.
La incursión contra el retén castrense de Jalama causó la muerte de un militar israelí y de los dos atacantes.
Las autoridades israelíes defienden la política de demoliciones al afirmar que son un elemento disuasorio clave para detener a otros posibles atacantes.
Sin embargo, los palestinos y los grupos de derechos humanos condenan esa estrategia al considerar que es un castigo colectivo porque afecta a muchas personas que no tuvieron ninguna participación en esos incidentes.
Según la agencia oficial de noticias WAFA, las fuerzas israelíes mataron a 224 palestinos en los territorios ocupados en 2022, 52 de ellos en la franja de Gaza y el resto en Cisjordania.
La pasada semana el primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, reveló que los militares mataron en esos 12 meses a más de 220 ciudadanos en ambas zonas e hirieron a más de nueve mil.
Al intervenir en una reunión del gabinete, el jefe de Gobierno afirmó que los uniformados de la vecina nación arrestaron ese año a unos seis mil 500 palestinos.
Más de 832 edificios y estructuras fueron demolidas y 13 mil árboles de olivos arrancados, criticó.
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