De acuerdo con ese medio, las estructuras fueron construidas para confundirse con la topología de la zona y el descubrimiento es la primera prueba física de su existencia, pues antes solo se mencionaban en antiguas escrituras.
El jefe de la expedición, Zhang Yukun, recordó que documentos oficiales de la dinastía Ming (1368-1644) cuentan el trasiego de tribus nómadas y su ganado por pasadizos escondidos dentro de la Gran Muralla.
El hallazgo –indicó- demuestra que la muralla está abierta de forma ordenada y puede ayudar a completar cómo es su mecanismo arquitectónico.
Algunas puertas están ocultas detrás de muchos bloques, lo cual impedía a los enemigos entrar, pero sí posibilitaba a los soldados chinos verlos y atacarlos por sorpresa desde adentro.
La Gran Muralla es una antigua fortificación que fue levantada desde el siglo V a.n.e para proteger la frontera norte del Imperio chino de ataques, tiene más de 20 mil kilómetros de largo y se extiende desde la frontera con la República Popular Democrática de Corea hasta el desierto de Gobi.
Fue designada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987 y 20 años después resultó elegida entre las siete maravillas del mundo moderno. mgt/ymr