En un comunicado oficial, el Director General de la organización, Willie Walsh, comentó que varias naciones introdujeron pruebas y otras medidas para los viajeros chinos, a pesar de que el virus ya circula dentro de sus fronteras.
“Es extremadamente decepcionante ver este restablecimiento instintivo de medidas que han resultado ineficaces durante los últimos tres años”, dijo.
Recalcó que la investigación realizada tras el surgimiento de la variante Omicron mostró que poner barreras en el camino de los viajes no representa diferencia en la propagación máxima de infecciones; “a lo sumo, las restricciones retrasaron ese pico unos días”.
Por tanto, si surge una nueva variante en cualquier parte del mundo, es probable que se repita el mismo comportamiento, agregó.
En función de ello, llamó a los gobiernos a escuchar los consejos de expertos, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS), que desaconsejan las restricciones de viaje.
“Tenemos las herramientas para gestionar la enfermedad sin recurrir a medidas ineficaces que cortan la conectividad internacional, dañan las economías y destruyen empleos”, alertó.
Respecto a China, Walsh reconoció que se aliviaron significativamente las medidas fronterizas, pero instó a su gobierno a eliminar la exigencia de pruebas de Covid-19 para aquellos que viajarán hacia el país.
Este jueves, Alemania se sumó a una lista de más de 10 países liderados por Estados Unidos que aprobaron controles fronterizos para viajeros chinos. El ministro de Salud de esa nación europea, Karl Lauterbach, anunció normas más estrictas para ingresar al territorio.
Por su parte, China criticó estos controles fronterizos y dijo que su frontera con Hong Kong también se reabrirá el domingo, por primera vez en tres años.
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