La autoridad religiosa renovó la denuncia por la irrupción del ministro del Interior de Israel, Itamar Ben Gvir, en la mezquita de Al-Aqsa, escoltado por colonos y fuerzas de ocupación.
Al-Khatib enfatizó en que tal provocación ofendió los sentimientos de los árabes, musulmanes y palestinos, y reveló las intenciones del gobierno extremista de Benjamín Netanyahu.
En este sentido, el líder chiita resaltó el honor y la veneración de los combatientes de la resistencia palestina apostados en la mezquita de Al-Aqsa para protegerla de la entidad sionista.
A propósito del asalto al sitio, el vicepresidente del Consejo Supremo Islámico cuestionó el silencio de Naciones Unidas y de las organizaciones de derechos humanos ante las persistentes violaciones israelíes contra los palestinos y sus lugares sagrados.
Conocido por sus posiciones abiertamente racistas y antiárabes, Ben Gvir desató el martes la ira de los palestinos al asaltar junto a numerosos colonos y ultranacionalistas el complejo sagrado de los musulmanes en la ciudad vieja, ubicada en la parte oriental de la metrópoli, ocupada por el ejército de Israel durante la guerra de 1967.
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