Durante una audiencia en la mañana de este lunes, con los miembros del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el Sumo Pontífice alertó, a partir de esos hechos, que el “debilitamiento de la democracia la dan las crecientes polarizaciones políticas y sociales, que no ayudan a resolver los problemas urgentes de los ciudadanos”.
Francisco expresó que “pienso en las diversas crisis políticas en varios países del continente americano”, y además de mencionar los actos extremistas ocurridos el 8 de enero en Brasilia, se refirió a la actual situación en Perú, donde recientemente fue depuesto el presidente Pedro Castillo, y a la inestabilidad en Haití.
El domingo último cientos de extremistas partidarios del exmandatario Jair Bolsonaro asaltaron el Palacio del Planalto, sede del Ejecutivo brasileño, así como los locales del Tribunal Supremo Popular y del Congreso, una acción calificada como terrorista y parte de una intentona golpista en ese país sudamericano.
Pocas horas después de esos hechos las autoridades lograron retomar el control de la situación y hasta el momento, según diversas fuentes, fueron arrestadas unas 300 personas vinculadas con los actos vandálicos, mientras continúan las investigaciones.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó que “quienquiera que haya hecho esto será encontrado y castigado. La democracia garantiza el derecho a la libre expresión, pero también exige que se respeten las instituciones. No hay precedentes en la historia del país de lo que han hecho hoy. Por eso deben ser castigados”.
«Y averiguaremos quiénes son los financiadores de los que han ido hoy a Brasilia, y todos pagarán con la fuerza de la ley», añadió Lula da Silva.
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