Los resultados de un estudio de la institución YuWa Population Research revelaron que existe un desequilibrio en el sistema de educación preescolar, no hay suficientes guarderías y se requieren más inversiones para garantizar el acceso a toda la población menor de los cinco años de edad.
También mencionó que las familias con hijos en la enseñanza obligatoria enfrentan como nunca presiones en términos de tiempo y dinero, pues destinan un promedio anual de 210 mil yuanes (31 mil 21 dólares) a los gastos en la crianza de los niños.
Según concluyó el trabajo investigativo, entre más tiempo se dedica a atender las necesidades académicas de los chicos, desciende más el nivel de fertilidad.
Aunque China todavía es la nación más poblada del mundo, lleva años con una bajísima natalidad y un envejecimiento acelerado de su población que evidencian el acercamiento del país al declive demográfico, incluso en una fecha tan cercana como 2025.
Al mismo tiempo los expertos advierten que el aborto es la principal causa de infertilidad en las mujeres y urgen a aumentar la educación sexual en las escuelas para promover hábitos más favorables de contracepción.
Solo en 2021 la nación oriental registró más de nueve millones de interrupciones a la gestación, con una proporción de 47,7 por ciento de las embarazadas menores de 25 años de edad y 49,7 entre mujeres que no tenían hijos.
Sin embargo, en ese período nacieron 10,6 millones de bebés y fue la cifra más baja en décadas.
La persistencia a largo plazo de dichas tendencias encendió las alarmas y, en un esfuerzo por revertir la situación, el Gobierno relajó la planificación familiar con el cese de la política sobre el hijo único y busca solucionar los problemas que desestimulan los embarazos.
Ahora permite a los matrimonios tener hasta tres descendientes y anunció algunos cambios en términos de vivienda, educación, salud, empleo, seguridad social e impuestos para aligerar la carga financiera en los hogares e incentivar la reposición de la familia.
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