Esta semana varios políticos como el ex primer ministro Yair Lapid y el extitular de Defensa Benny Gantz alzaron sus voces contra la gestión de la administración de Benjamin Netanyahu, en especial por impulsar una polémica reforma judicial.
El proyecto incluye la llamada “cláusula de anulación”, que permitiría a la Knesset (Parlamento) volver a legislar leyes anuladas por el Tribunal Supremo de Justicia. A ello se suman varias medidas conservadoras y otras adoptadas contra los palestinos, que Lapid estimó contraproducentes porque podrían provocar una nueva Intifada (levantamiento, en árabe).
Lapid denunció que las reformas son una amenaza para la democracia israelí y prometió una lucha en las calles en lo que llamó “una guerra por nuestro país”, mientras Gantz advirtió que la nación marcha rumbo a una guerra civil.
Ante la situación, este último convocó a manifestaciones “para hacer temblar» a Israel.
En respuesta, el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ordenó a la policía detener a los manifestantes que bloqueen calles o carreteras.
Mientras, Tzvika Fogel, parlamentario del gubernamental partido Likud, llamó a arrestar por traición a Lapid, Gantz, al ex jefe del Estado Mayor del Ejército Moshe Ya’alon y a al también exmilitar Yair Golan.
Este último, quien además fungió como diputado, instó a la desobediencia civil contra el Ejecutivo, que calificó de malicioso y malvado.
“Estos cuatro deben ser arrestados. Son las personas más peligrosas que existen en este momento (porque) están hablando de guerra civil”, afirmó Fogel.
Pero Netanyahu rechazó tal pedido en público, aunque advirtió que esas declaraciones “son un llamado a la sedición”.
El parlamentario Mansour Abbas, dirigente del partido árabe Raam, se sumó a la ola de críticas contra el Gobierno e instó a esa minoría a sumarse a las protestas.
Con 1,9 millones de miembros, los árabes representan casi el 21 por ciento de la población israelí.
También el legislador Ayman Odeh, líder del partido izquierdista Hadash, convocó a la ciudadanía a participar en las marchas, una de las cuales está prevista para el sábado en la noche.
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