Los recursos deben ser allegados “antes de que sea demasiado tarde” ya que los menores sufren de malnutrición aguda en países afectados por crisis de alimentos, añade la comunicación conjunta.
Del total ocho millones padecen desnutrición aguda, especifica el texto según el cual los menores viven en Afganistán, Burkina Faso, Chad, República del Congo, Etiopía, Haití, Kenya, Madagascar, Mali, Níger, Nigeria, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Yemen.
La crisis puede empeorar aún más durante el año en curso por el aumento constante de los precios de los alimentos que agrava la escasez y evita el acceso a víveres a precios asequibles, señaló en el texto el director general de la FAO, Qu Dongyu.
El comunicado, que exhorta a actuar “antes de que sea demasiado tarde”, propone una estrategia que abarque alimentos, salud, agua, higiene y protección social centrada en menores de cinco años, embarazadas, mujeres que amamanten a sus hijos o estén al cuidado de menores.
La malnutrición es una fuente de sufrimiento para los niños y en los casos más graves puede causar la muerte o daño permanente al crecimiento o desarrollo de los menores, apuntó de su lado Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef.
El concepto más dramático fue expresado por el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien apuntó que la crisis global de los alimentos “es un círculo vicioso pues desemboca en en enfermedades que llevan a la desnutrición”.
En ese sentido añadió que se “necesita apoyo urgente ahora en los países más afectados para proteger la vida y salud de los niños”,
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