Todas esas expresiones están basadas en historias y tradiciones ancestrales que llevan un mensaje aleccionador, tal como sucede con las pinturas corporales de los emberá y los wounaan, o los cantos y bailes de los ngabebuglé.
Por ejemplo, la pintura de los emberá y los wounaan se obtiene dela kipara (jagua), fruto del árbol de su mismo nombre (Genipa americana).
Esta planta se utiliza en múltiples ámbitos: medicinales, festivos y en rituales, con distintos significados y simbologías; es sagrada para las comunidades, e incluso hasta se cree que la protege un espíritu.
Por tal razón, antes de cortar una fruta, los originarios de esas comarcas, por el respeto que le tienen, piden al árbol su consentimiento y hasta le hablan para que el ente protector no les haga daño.
La pintura en los cuerpos dura alrededor de ocho a 12 días, según el estado en que esté la piel al momento de dibujarla, y los diseños son alusivos a aves, montañas, ríos o animales feroces como el tigre.
Presentanformas geométricas o de hojas, bejucos y demás elementos de inspiración que muestran la manera en que los indígenas están ligados a la naturaleza.
Muchos de los trazos indican mensajes como de dónde procede el emberá, si la mujer es soltera o casada, o si el dibujo que lleva la persona es de protección, fuerza en la salud o al enfrentar problemas y retos.
Por su parte, la cultura de los ngabébuglé se distingue por el canto del Ka, el cual se ejecuta con sonidos generalmente nasales y guturales en eventos especiales, rituales y fiestas.
De esa manera, los autóctonos de esas regiones expresan la vivencia y comunicación con la Madre Tierra, el universo, y las etapas de la vida humana; se agradece y se le hace homenaje al cultivo del maíz, arroz o frijoles, entre otros.
El canto es acompañado por el toque de maracas hechas de manera artesanal. Como regla, el principal intérprete es secundado por cuatro aprendices, quienes reiteran los estribillos.
Ese momento antecede a las danzas tradicionales, con las cuales también festejan el nacimiento de los nuevos miembros de la comunidad o expresan su agradecimiento a la naturaleza por una buena cosecha.
(Tomado de Orbe)