La necesaria operación, provocada especialmente por las lluvias registradas desde finales de noviembre del año pasado en gran parte de Brasil, generó la presencia masiva de público en la instalación.
El vertido del volúmen esta vez, frente a los 466 en 2021, se debe a las condiciones de almacenamiento de los embalses ubicados aguas arriba de la central, tras la crisis hídrica de dos años atrás, destacó la dirección técnica de la colosal infraestructura.
La apertura debe permanecer por al menos una o dos semanas de modo continuo, y prolongarse de forma intermitente hasta fines de febrero, mientras haya recursos afluentes que no puedan ser asignados para atender a la demanda energética de los países socios, agregó la fuente.
Además del nivel del embalse, también se controlará el caudal de descarta, para así evitar inundaciones en los barrios que se encuentran agua abajo.
La usina busca por otra parte mejorar la navegabilidad del río Paraná, desde la confluencia con el Paraguay.
Cientos de turistas, aparte de los nacionales, llegaron hasta la hidroeléctrica para observar la violenta caída del agua y vivir la experiencia.
Itaipú, inaugurada el 25 de octubre de 1984, fue la entidad de su tipo más grande del mundo, hasta 2011 cuando fue superada por la Presa de las Tres Gargantas en China.
Sin embargo, continúa como la de más alta factura de energía eléctrica del planeta con un récord de 103 millones 98 mil 366 vatios por hora logrado hace casi ocho años.
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