Los protocolos de la enfermedad se mantienen sin necesidad de imponer nuevas restricciones, cancelar esa festividad o cerrar las fronteras, declaró a la prensa el primer ministro Keith Rowley.
La población es ahora altamente inmune, con cerca de la mitad vacunada y una gran parte que estuvo expuesta al virus y, por tanto, tiene una defensa natural, aseguró el jefe de Gobierno.
Sin embargo, insistió en la importancia de la responsabilidad personal, especialmente durante el carnaval, pues «el país está abierto, pero hay Covid-19 ahí fuera», remarcó.
En una conferencia de prensa junto a funcionarios de sanidad, la autoridad reclamó la protección individual y pidió cumplir con la lista de medidas establecidas.
Entre el 2 y el 9 de enero se registraron en esta nación de las islas gemelas 406 nuevos casos y ocho fallecimientos, informó el Ministerio de Salud.
La profesora de genética molecular y virología de la Universidad de las Indias Occidentales, Christine Carrington, refirió la identificación aquí de cuatro casos de la variante ómicron XBB 1.5, la más transmisible hasta el momento.
Rowley sugirió, por su parte, que la situación podía manejarse mediante la vacunación y haciendo lo correcto para evitar la propagación del SARS-CoV-2, patógeno de la Covid-19.
El carnaval de Trinidad y Tobago, acontecimiento anual que se celebra el lunes y martes anteriores al Miércoles de Ceniza en Trinidad, es conocido por los coloridos disfraces de los participantes y sus exuberantes celebraciones.
Antes del desfile callejero tienen lugar numerosos actos culturales, como presentaciones de bandas, fetes, lucha de palos, limbo, calypso, concursos de soca y steel pan, entre otros.
Después de los intensos festejos, muchos de quienes intervienen de uno u otro modo acostumbran visitar las playas de Tobago para relajarse y recuperarse.
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