Este fenómeno se denomina zuiyouo “amigos de besos”, fluye principalmente por Internet y sus regulaciones no permiten ningún tipo de relación romántica o un segundo encuentro entre los involucrados.
Si bien muchos rechazan la idea y alegan riesgos para la salud, los jóvenes la defienden con argumentos como que es menos complicado que el contacto sexual, les trae beneficios sicológicos y no sienten la presión de ser pareja de nadie.
No obstante, existe consenso en que las mujeres establezcan límites, dejen en claro las conductas inaceptables antes de encontrarse con su cita y eviten lugares como bares, pasillos o la casa de alguien.
Esta tendencia se suma a otras como las “cajas de citas a ciegas” o los servicios de mensajería instantáneas para las llamadas “ranas solitarias”, que siguen muchos de los más de 92 millones de solteros en China.
Su furor emerge en tiempos en que el país mantiene una marcada caída en los matrimonios por factores como la reducción de la población joven, la existencia de más hombres que mujeres en edad de casarse, la decisión de contraer nupcias cuando sean más maduros y un auge de féminas independientes.
También ilustra cómo las nuevas generaciones se alejan cada vez más de las costumbres de antaño en una sociedadque, si bien es más abierta y está en constante evolución, valora los compromisos formales entre novios como un asunto de primordial importancia porque está ligado a la familia y la tradición.
Para Fei Junfeng, investigador de la universidad de Nanjing, la popularidad del zuiyou demuestra que muchos jóvenes no están emocionalmente preparados para tener una relación debido a falta de experiencia en el noviazgo, baja confianza y poca autoestima.
“Ellos quieren una relación cercana, pero temen al compromiso y a las emociones que nacen con él, mientras se preocupan por la habilidad para manejarlas”, acotó el experto en salud mental.
(Tomado de Orbe)
Pie de foto: Muchos jóvenes chinos alegan que esta práctica les trae beneficios sicológicos y no implica la presión social de contraer un compromiso.
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Penúltimo p, zuiyou
