Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, detalló en un comunicado que el hallazgo está localizado justo debajo del sepulcro de la princesa Neferure.
“El examen actual de la cerámica y la evidencia de inscripciones fragmentarias recuperadas hasta ahora (indican) que es la tumba de varios miembros de la familia real de la dinastía XVIII”, que gobernó el país de 1550 a.n.e. hasta el 1292 a.n.e., subrayó.
Los próximos estudios revelarán más secretos sobre el lugar, así como su arquitectura, apuntó Waiziri.
Sobre el tema detalló que hasta el momento solo se descubrió una escalera excavada en la roca, dos corredores y una cámara parcialmente pintada.
Piers Litherland, jefe de la misión del lado británico, resaltó que la tumba fue gravemente dañada por las inundaciones que ocurrieron en la antigüedad.
Los historiadores consideran que el mayor esplendor del Antiguo Egipto se alcanzó durante esa dinastía, que tuvo como figura más relevante al faraón Tutmosis III, conocido por sus numerosas conquistas.
Con Tutmosis III el imperio alcanzó su mayor extensión territorial en sus más de tres mil años de historia.
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