Las promesas del liderazgo talibán -como la elección de un gabinete oficial o los derechos de las mujeres- quedaron en la retórica, al tiempo que siguen sin escucharse llamamientos de organismos internacionales sobre la crisis humanitaria.
Una de las razones de la disfuncionalidad en la dirección del país es que la comunidad internacional sigue sin reconocer al gobierno Talibán, que regresó al poder en agosto de 2021, luego de 20 años de ocupación estadounidense.
Otro problema está relacionado con la incoherencia política de la gestión del Emirato Islámico, explicó el
analista Mohammad Zalmai Afghanyar.
Tan pronto como sea posible, el Emirato Islámico debería anunciar su gabinete oficial y permanente, en el que todos los afganos tengan participación.
«Cuanto más rápido se actúe sobre este asunto, más pronto llegará el reconocimiento internacional», dijo el
profesor universitario Parwiz Stanikzai.
En octubre pasado, el vocero del Emirato Islámico Zabiullah Mujahid advirtió que se necesitaría más tiempo para la formación del gabinete formal.
Es un asunto que toma tiempo. La Constitución aún no se ha formado. Los afganos que viven en el extranjero aún no han venido. Estos son los principios del gobierno, siempre que haya respeto por esos criterios, se volverá a una situación normal, señaló Mujahid.
Reconocimiento internacional
A pesar del poco avance en esa dirección, el gobierno interino sigue exigiendo el reconocimiento del mundo en las diferentes plataformas multilaterales.
El canciller en funciones, Amir Khan Muttaqi, instó recientemente a la comunidad internacional a comprometerse con el Emirato Islámico.
Socavar el gobierno interino de Afganistán será perjudicial para todo el mundo. La comunidad internacional debería presentarse para un
compromiso positivo con nosotros, declaró Muttaqi.
El ministro también llamó a los afganos en el extranjero para que regresen y apoyen a la actual administración.
Sus comentarios llegan en medio de las constantes críticas desde dentro y fuera por el deterioro de la situación económica y social del país.
Derechos de las mujeres y niñas
El titular del Ministerio del Interior Sirajuddin Haqqani reiteró al enviado de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Afganistán (Unama), Markus Potzel, que se buscaba una solución dentro de la Sharia (ley islámica), acorde con la cultura afgana, para el caso de los derechos de las mujeres y las niñas.
Potzel advirtió que la decisión del Talibán de prohibir las trabajadoras humanitarias tendría un impacto negativo en la asistencia de la comunidad internacional.
A su llegada al poder, el Emirato Islámico negó el acceso a la educación para las niñas con estudios superiores al sexto grado.
Con posterioridad, el Talibán limitó el empleo femenino y, en especial, con aquellas que se desempeñaban en oficinas del gobierno, al tiempo que en diciembre pasado prohibió la contratación femenina en organizaciones no gubernamentales.
En una reciente conferencia de prensa, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, consideró alarmantes las últimas restricciones impuestas a las mujeres en Afganistán, y adelantó que
planeaba viajar allí para discutir el tema con varios
funcionarios del gobierno Talibán.
Afganistán es lo peor de lo peor, y esa una expresión que debería ser para todos en el mundo del norte o en el mundo del sur un recordatorio de lo que puede conducir a pensar en la pobreza, y me refiero a reprimir
a las mujeres en el camino, declaró Türk.
El representante de la ONU añadió que lo que está sucediendo no tiene paralelo, por lo que hay que actuar en solidaridad con el sector femenino para asegurar que esa realidad no sea la norma en el futuro.
Tras esas declaraciones, el portavoz talibán Zabiullah Mujahid rebatió las afirmaciones de Türk, y repitió -una vez más- que el Emirato Islámico estaba haciendo esfuerzos para abordar cada deficiencia.
*Redacción Asia
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