El monto de esa remuneración sigue sin reacomodarse de mil 302 reales (255 dólares) a mil 320 reales (unos 260 dólares), conforme lo anticipó el Gobierno y previsto en el Presupuesto del año, aprobado en el Congreso Nacional. Prevista en el Palacio de Planalto, sede del Poder Ejecutivo, en la cita posiblemente participe el ministro de Hacienda, Fernando Haddad.
Sin embargo, medios periodísticos aseguran que el exgobernador de Sao Paulo no debe estar en Brasilia, pues la previsión es que haya embarcado rumbo al Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza.
Interrogado la semana pasada acerca del salario mínimo, Haddad respondió que el Gobierno todavía analiza qué decisión tomará sobre la modificación.
Precisó que el millonario capital destinado a la elevación del valor resultó consumido por la aceleración de la fila del Instituto Nacional de Seguro Social (INSS).
El reajuste está bajo discusión porque el dinero destinado por la Enmienda Constitucional de la Transición se mostró insuficiente para financiar el aumento de los beneficios vinculados al salario mínimo.
Lo anterior se debe a que hubo una fuerte concesión de jubilaciones y pensiones en la segunda mitad del año pasado y creó un impacto mayor que el estimado para los gastos del INSS.
El mantenimiento del poder adquisitivo del salario mínimo lo determina la Constitución.
Tradicionalmente, el equipo económico de la administración federal utiliza el Índice Nacional de Precios al Consumidor del año actual para corregir el sueldo mínimo del Presupuesto siguiente.
El calendario de 2023 de pagos para jubilaciones, pensiones y subsidios de enfermedad fue divulgado y comienza a valer el 25 de enero.
Ante los hechos, Lula recibirá el miércoles a representantes de las centrales sindicales para «abrir una mesa de negociación» y discutir adecuadamente respecto a la política de valoración del salario mínimo.
mem/ocs