De acuerdo con el comunicado oficial, el Decreto ejecutivo permite lograr la adquisición de estas medicinas a través de mecanismos expeditos
La lista incluye antibióticos, antivirales, antihistamínicos, antimicóticos, tratamientos de VIH, descongestionantes nasales, diuréticos, estrógenos conjugados y medicamentos para la osteoporosis, entre otros.
Otro Decreto suscrito por el presidente de la República, Laurentino Cortizo, y el ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, reglamenta el Observatorio Nacional de Medicamentos de Panamá, desarrollado a través de una plataforma tecnológica que permitirá, según el texto, fortalecer el sistema de suministro, trazabilidad, y seguridad de los medicamentos.
Ambos decretos contienen las recomendaciones sugeridas por la Comisión Técnica de Medicamentos, que tiene como función buscar las fórmulas que permitan que la población tenga acceso a medicinas de calidad a un menor precio.
las elevadas cotizaciones y la falta de medicamentos fue eje de las multitudinarias protestas sociales que en julio del pasado año paralizaron al país centroamericano y obligaron a la administración de Cortizo a instalar una mesa única de diálogo.
Para los colectivos, todas estas medidas paliativas del Ejecutivo y otras anteriores son insuficientes y no atacan el problema de fondo: los exagerados márgenes de ganancias de cinco grupos oligopólicos y las mafias farmacéuticas.
Panamá tiene 610 medicamentos básicos y hay un desabastecimiento de poco más de 130 de ellos en la seguridad social desde marzo de 2022, además de ser uno de los países de la región con los más altos precios en las medicinas.
La CSS reconoció que los medicamentos son un problema de arrastre y que el 80 por ciento de los asegurados se quejan de la falta de fármacos.
Las organizaciones populares han denunciado entre las vías para el encarecimiento del precio de los medicamentos a la cadena de comercialización y el contrato de confidencialidad que los laboratorios fabricantes obligan a firmar a los distribuidores para esconder sus ganancias.
Según esos análisis los laboratorios fabricantes, entre ellos Bayer, Sandoz, Mega Labs, Sanofi, Unilever, Abbott, Pfizer y Merck, imponen los precios de los medicamentos a las casas distribuidoras, las cuales a su vez los venden a las farmacias privadas y al Estado con exorbitantes márgenes de ganancias.
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