Las nuevas cifras del Buró Nacional de Estadísticas confirman al estado asiático todavía como el más poblado del mundo, pero registró 850 mil de ciudadanos menos el año pasado en su parte continental.
Su natalidad cayó por sexto año consecutivo y la tasa quedó en 6,7 por ciento por cada mil personas, o sea, la más baja registrada desde la fundación del país como república.
Antes, en 2021 vinieron al mundo solo 10,6 millones de bebés, en 2020 fueron 12 millones, en 2019 el nivel fue 14,65 millones, durante 2018 nacieron 15,23 millones, en 2017 la cifra quedó en 17,2 millones y se ubicó en 17, 86 millones durante 2016, el año en que cesó la política sobre el hijo único.
Por otro lado, aumentaron a 10,4 millones las defunciones, el segmento en edad laboral (16-59 años) se mantuvo en 875,5 millones tras descender de forma consecutiva en la última década y además el país tiene más de 722 millones de hombres contra 689,6 millones de mujeres.
La población que vive en las zonas urbanas de China representa el 62,2 del total y llegó a 920,7 millones de individuos.
Mientras, la de áreas rurales se situó en poco más de 491 millones, con una disminución de 7,3 millones de residentes.
Todas esas cifras elevan aun más la preocupación, anticipan la inminente llegada de un gran declive y ponen en dudas estudios que vaticinaban a China un pico de mil 442 millones de habitantes en 2029, por la persistencia de la combinación del rápido envejecimiento y la baja natalidad.
Desde 2010 la cantidad de ciudadanos menores de 15 años disminuyó a 100 millones, con un promedio de reducción de 2,25 millones cada año.
En contraste, el índice de adultos mayores aumentó aceleradamente hasta superar en la actualidad los 280 millones de personas con más de 60 años de edad, o sea, el 19,8 por ciento de la población total.
En un esfuerzo por revertir la situación, el Gobierno relajó más su política de planificación familiar y ahora permite a las parejas tener hasta un tercer hijo.
Anunció medidas económicas y de bienestar social para incentivar los nacimientos, dejó de aplicar multas a quienes traigan al mundo más descendientes de los permitidos y no tendrá en cuenta la prole para dar acceso a vivienda, inscripción escolar o solicitud de empleo.
Las autoridades prometieron mejorar y bajar el costo de los servicios públicos vinculados a la educación de los niños y el cuidado de los ancianos, reforzar la reproducción asistida, la atención pre y posnatal, y el seguimiento a las gestantes.
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