Este incremento constituye una paradoja, si se toma en cuenta que la región puede producir alimentos para casi el doble de su población, recordó el subdirector general y representante regional de ese organismo, Mario Lubetkin.
El funcionario hizo las declaraciones al presentar el informe Panorama regional de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de América Latina y el Caribe, en el que participaron también el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, la Organización Panamericana de la Salud, el Programa Mundial de Alimentos y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
“América Latina y el Caribe atraviesan una situación de inseguridad alimentaria sin precedentes, con proyecciones que no son alentadoras”, dijo Lubetkin.
Señaló que la región sufrió el impacto de una serie de crisis que incide en el aumento del hambre y la malnutrición en todas sus formas.
Entre estas mencionó la pandemia de la Covid-19, el cambio climático, la grave situación económica y la guerra en Europa, principalmente por el comportamiento de los precios de los aceites, vegetales, cereales y fertilizantes.
Lubetkin citó un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, según el cual en el área 201 millones de personas viven en la pobreza, el 32,1 por ciento del total de la población.
La región registra el costo de la dieta saludable más elevado en comparación con otras zonas geográficas y 131 millones de personas no tienen acceso a ella debido a sus altos precios.
Una dieta saludable es aquella que garantiza una cantidad equilibrada de frutas, verduras, cereales, alimentos de origen animal, legumbres, semillas, aceites y grasas.
mgt/car