Durante un encuentro con dirigentes de centrales sindicales en el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo en Brasilia, Lula señaló que las sugerencias deberán ser entregadas en 45 días, prorrogable una vez por el mismo período.
El sueldo mínimo nacional se ajusta desde 2020 solo por la inflación, sin una regla permanente.
La subida real (por encima de la inflación) del mínimo es una promesa de campaña electoral del gobernante y una de las prioridades de la nueva gestión.
Tales propuestas deberán ser elaboradas por los ministerios de Trabajo y Empleo, Hacienda, Planificación y Presupuesto, Previsión Social, Desarrollo Industria y Comercio, Secretaría General y la Casa Civil de la Presidencia.
Actualmente, el salario mínimo es de mil 302 reales (255 dólares), valor propuesto a finales del año pasado todavía por el gobierno del derrotado mandatario Jair Bolsonaro.
Las centrales sindicales abogan por mejorar el valor en al menos 15 por ciento de corrección, pasando a mil 342 reales (263 dólares).
Analistas económicos aseguran que se evalúa dentro del gobierno usar parte de la economía con el recorte de gastos previsto en el paquete de medidas presentado la semana pasada por el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, para reajustar el mínimo.
La llamada Política de Valoración del Salario Mínimo defendida por centrales sindicales e instituida en el primer gobierno de Lula (2003-2007) fue destruida por Bolsonaro, denuncian los trabajadores.
Desde su primer año de mandato, en 2019, el exmilitar nunca reajustó el mínimo por encima de la inflación.
En las administraciones del Partido de los Trabajadores (Lula y Dilma Rousseff, de 2003 a 2016), el salario mínimo subió 77 por ciento por encima de la inflación. Actualmente, los trabajadores enfrentan pérdidas salariales.
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