Así se presentó esta plataforma ante el edificio del Palacio Nacional de la Cultura, donde colocaron una corona como «símbolo anticipado de la muerte en las urnas, en junio venidero, del actual Pacto de Corruptos en el poder» y anticipo del futuro por una Guatemala diferente.
Ante el llamado de los partidos Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca y Winaq, a construir una nueva correlación de fuerzas, nace esta alianza de organizaciones sociales, de pueblos indígenas, campesinos, estudiantes, intelectuales y mujeres, donde caben todos y a todos necesitan, según explicaron en su presentación a la ciudadanía.
Democracia con transformación para cambiar la correlación de fuerzas y disfrutar el poder político, animan al bloque de cara al proceso electoral a las puertas con la convocatoria oficial el viernes próximo.
Un voto consciente, pensado y seguro para derrotar al llamado Pacto de Corruptos es uno de los llamados a la población, aseguró la exdiputada Sandra Morán, quien convocó a las mujeres a sumarse a esta lucha como las protagonistas de siempre.
Daniel Pascual, en nombre de la Asamblea Social y Popular, patentizó el compromiso de trabajo con esta nueva propuesta y a la vez sumar la resistencia de sus hermanos porque, dijo, vienen de la práctica y no del discurso.
No vamos a permitir más gobiernos de impunidad y corruptos, seguiremos en esta batalla de pensar otra Guatemala y otro futuro para las siguientes generaciones como estamos desde décadas atrás, argumentó Pascual.
La articulación, integrada por comunidades, organizaciones y personas, pretende construir una nueva mayoría de cara a las urnas bajo el liderazgo nacional del diputado Amilcar Pop, líder maya quiché, destacaron en un comunicado.
Entre las consideraciones del bloque para asumir esta postura citaron los elevados índices de pobreza y pobreza extrema, desnutrición, desempleo, bajos salarios en el campo (diferenciados con los de la ciudad), fracaso de sucesivos gobiernos en garantizar el bien común y represión como método para responder a las demandas sociales.
Asimismo, persistencia del racismo hacia las comunidades indígenas y desalojos de sus tierras, persecución penal contra periodistas, jueces probos y defensores de los derechos humanos, así como inexistencia de separación de poderes del Estado.
Las acciones este miércoles iniciaron con sendos homenajes a Adolfo Mijangos (político y legislador) y Oliverio Castañeda (mártir estudiantil) en la zona 1 capitalina, y concluyeron en la Plaza de la Constitución, en el Centro Histórico, frente al Palacio Nacional de la Cultura.
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