Tras más de un mes de pausa por las celebraciones de Navidad y Fin de Año, los 128 diputados volverán al plenario en la intención de designar a un candidato consensuado de la comunidad cristiana maronita capaz de encabezar el primer poder de la nación.
La oncena convocatoria del legislativo sucederá en medio de la insistencia de bloques parlamentarios, políticos, movimientos y líderes religiosos de no desperdiciar más tiempo y acudir a la vía del diálogo para poner fin al vacío de poder.
Según analistas locales, la sesión de este jueves repetirá el guion de las anteriores cuando las papeletas en blanco dominaron y ningún representante logró el respaldo de la mayoría, en un proceso de votación que inició el pasado 29 de septiembre.
En las horas previas a la reunión trascendió que no hay cambio en la posición de la Corriente Patriótica Libre, una de las principales fuerzas cristianas en el país, para obstaculizar la designación de Suleiman Franjieh, jefe del Movimiento Marada.
Otro nombre presente en los círculos políticos con vista a la presidencia es el diputado Michel Moawad, apoyado por Fuerzas Libanesas, el Partido Progresista y el Kataeb.
En este contexto, el bajo nivel de seriedad del proceso electoral en el extranjero impide además el entendimiento interno y la vacancia continúa a la luz del agravamiento de la crisis económica y financiera.
Desde la noche del 31 de octubre, Líbano atraviesa por el cuarto vacío de poder después de su independencia, tras la conclusión del mandato de Michel Aoun, en ausencia de diálogo político y bajo un gobierno interino de limitados poderes constitucionales.
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