«Cada semana nos llega una nueva historia de horror climático», afirmó, en una alerta a los países industrializados para que cumplan de una vez su compromiso de entregar 100 mil millones de dólares de financiación climática para apoyar a las naciones en desarrollo.
Guterres afirmó que las emisiones de gases de efecto invernadero están en niveles récord y siguen creciendo, mientras el encargo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados está a punto de esfumarse, por lo que sin más medidas nos dirigimos a un aumento de 2,8 grados de la temperatura media de la Tierra.
A menos que se tomen decisiones políticas duras para hacer frente a la crisis climática, advirtió que muchas naciones estarán condenadas a una sentencia de muerte.
El sector privado también tiene que hacer más para ayudar al clima, insistió, antes de pedir a los líderes empresariales que asisten a Davos que se atengan a las directrices para alcanzar las cero emisiones netas de carbono respaldadas por la ONU, y no a puntos de referencia dudosos o turbios.
Si no se crean las condiciones para la participación masiva del sector privado, será imposible pasar de los miles de millones a los billones que se necesitan para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, precisó el alto funcionario de las Naciones Unidas.
En su intervención significó que el Sur Global también se ve perjudicado por la crisis climática, a pesar de ser el que menos contribuye al calentamiento global, y no contar con los recursos financieros para responder al desafío.
Guterres consideró que “no podemos enfrentarnos a los problemas a menos que los miremos directamente a los ojos. Y estamos mirando al ojo de un huracán de categoría 5. Nuestro mundo está asolado por una tormenta perfecta en varios frentes”.
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