Según un sondeo publicado por el Canal 13, la mayoría de la población considera que el político no es a.pcto para ocupar una cartera, mientras un 21 por ciento estima lo contrario.
La mitad de los entrevistados afirmó que la reciente inhabilitación de Deri por parte del Tribunal Supremo fue por razones jurídicas, en tanto 30 por ciento manifestó que tuvo como objetivo torpedear una polémica reforma del sector propuesta por la ultraderecha.
Esta semana el máximo órgano de justicia del país dictaminó que el titular del Interior y Sanidad no puede ocupar el cargo por su condena hace un año debido a delitos fiscales.
Deri abandonó el legislativo en enero del pasado año como parte de un acuerdo de culpabilidad, aunque luego retornó al hemiciclo en los comicios celebrados a principios de noviembre.
El político cumplió, además, 22 meses de prisión de 2000 a 2002 por aceptar sobornos mientras se desempeñaba como ministro del Interior.
El Canal 12 reportó que la alianza derechista quiere ahora nombrarlo presidente de la Knesset (Parlamento) con el fin de evitar que pierda su escaño.
Tras la sentencia de la corte, la oposición en pleno reclamó la destitución del parlamentario.
Si no lo cesan, el Ejecutivo violará la ley, lo cual provocará “una crisis constitucional sin precedentes”, advirtió el líder opositor y ex primer ministro, Yair Lapid.
El diario Israel Hayom reveló que el jefe de Gobierno Bejamin Netanyahu no desafiará el fallo.
Ante la posibilidad de que sea despedido su jefe, el Shas amenazó con dejar en minoría al ejecutivo.
“Si Deri no puede permanecer en el Gobierno, entonces no habrá Gobierno”, advirtió el titular de Bienestar y miembro de esa agrupación, Yaakov Marji, en declaraciones a la radioemisora Kan.
Los 11 escaños del Shas son clave para la alianza en el poder, que cuenta con 64 de los 120 curules del hemiciclo.
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