La fecha, a celebrarse el 24 de enero en la sede del organismo en Nueva York, reunirá al secretario general, António Guterres, y la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, para exigir respeto a las féminas en la nación del sur asiático.
“Ningún país del mundo debe impedir que las mujeres y las niñas reciban educación”, insistió recientemente Azoulay al tiempo que llamó al mundo a actuar.
“La comunidad internacional tiene la responsabilidad de velar por que se restablezcan sin demora los derechos de las niñas y mujeres afganas. La guerra contra las mujeres debe terminar”, agregó.
De acuerdo con estimaciones de ONU, el 80 por ciento de las mujeres y niñas en edad escolar (2,5 millones) no van a la escuela en Afganistán mientras casi el 30 por ciento nunca ha ingresado a la educación primaria.
La situación se agravó luego de que los talibanes prohibieron en septiembre de 2021 la asistencia de las niñas a la enseñanza secundaria, dejando a 1,1 millones mayores de doce años sin acceso a la educación formal.
En diciembre de 2022, suspendieron además la educación universitaria para mujeres, afectando a más de 100 mil jóvenes que asistían a instituciones de nivel superior gubernamentales y privadas.
De acuerdo con ONU, la prohibición significó también “un enorme paso atrás para el país”, donde un tercio del sector femenino estaba matriculado en universidades antes de estas medidas.
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