El ministro neerlandés de Relaciones Exteriores, Wopke Hoekstra, se refirió en un debate parlamentario a «la mente abierta» de su país al analizar la probabilidad de enviar F-16 a Ucrania, si ese estado así lo solicita, señaló el canal de televisión RTL Nieuws.
Para nada, afirmó, existen tabúes a la hora de suministrar equipos regulares a la exrepública soviética, donde el pasado 24 de febrero el presidente Vladimir Putin anunció el inicio de una operación bélica para desmilitarizar y desnazificar a ese país.
Hoekstra recordó que Ámsterdam envía sólo las armas y equipos que le solicita Kiev, cuyo gobierno también reclama a Europa la entrega de armamento pesado como tanques y otros blindados.
En ese sentido, el titular de Relaciones Exteriores afirmó que podría participar en una colaboración para entregar a Ucrania tanques Leopard-2, de fabricación alemana, aún cuando estos equipos no los tiene en propiedad, sino que se los cedió Berlín a este país.
Por ahora, el propio gobierno germano se abstiene de cumplir con la insistente demanda de Kiev para el suministro de los mencionados tanques y alega que solo lo haría en caso de un aprobación por Estados Unidos para enviar tanques Abrams (M-1) al citado país en conflicto.
El gobierno ruso advirtió sobre las consecuencias del envío de armamento pesado como tanques o misiles de precisión de largo alcance (hasta 150 kilómetros), pues ello llevaría a una nueva escalada de la confrontación con consecuencias impredecibles, destacó aquí la prensa.
Además, en todo momento Moscú señala que cualquier armamento o medio de donde sea trasladado a Ucrania se convierte automáticamente en un objetivo legítimo de las fuerzas armadas rusas.
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