Bloqueo de carreteras en diferentes ciudades de la nación exigieron una solución rápida a los problemas de los ciudadanos debido a la devaluación de la moneda nacional, el alto valor del dólar, el aumento de los precios de los combustibles y la disminución del poder adquisitivo.
En la Plaza de los Mártires en la sureña localidad de Saida y en la carretera Abra, los manifestantes denunciaron el agravamiento de la crisis económica y condenaron la especulación en el tipo de cambio de la libra con respecto al dólar.
Según la Agencia Nacional de Noticias, los protestantes también cerraron la vía en el barrio de Al-Najasa en Saida e incendiaron contenedores de basura.
Por otra parte, docenas de propietarios de furgonetas interrumpieron el cruce en la plaza Chtoura, en el norte de la Bekaa, en rechazo al alza inflacionaria y las complejidades económicas y sociales.
Otros bloqueos sucedieron en localidades aledañas de Akkar y en avenidas claves de la capital.
En este contexto, el economista Sami Nader calificó de peligrosa el incremento del precio del dólar sin una reforma de control, además del impacto del conflicto político actual y la composición del gobierno interino con limitados poderes constitucionales.
Al comentar la realidad libanesa, el experto aseguró al diario Al Diyar que la libra perdió el 93 por ciento de su valor y la reducción del poder adquisitivo de las personas tendrá repercusiones negativas en el pago de sus préstamos.
Nader puntualizó que el Banco Central ya no posee la reserva obligatoria capaz de frenar al dólar, además de que la moneda extranjera no ingresa a los mercados libaneses.
De acuerdo con entidades de Naciones Unidas, más de dos millones de personas en Líbano requieren de asistencia urgente como resultado de la depreciación de la moneda, el levantamiento de los subsidios y el aumento del costo de vida que impiden a las familias acceder a suficientes alimentos y otras necesidades básicas.
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