El gobernante pretende acompañar los trabajos de los ministerios de los Pueblos Indígenas y de Salud en el territorio.
La cartera de Sanidad declaró la víspera emergencia de salud pública para hacer frente a la desnutrición en comunidades nativas.
Desde el lunes, técnicos del ministerio rescataron al menos ocho niños Yanomami en estado grave.
Por tal situación, Lula decretó la creación del Comité de Coordinación Nacional, para discutir y adoptar medidas en articulación entre los poderes para prestar atención a esa población.
El plan de acción debe ser presentado dentro de 45 días y la junta trabajará durante 90, plazo que puede ser prorrogado.
La visita del presidente a Roraima también es un deseo antiguo de los líderes indígenas que participaron en los grupos técnicos del gabinete de transición.
«Buenos días. Llego ahora por la mañana a Boa Vista y visitaré el hospital indígena y la Casa de Apoyo a la Salud Indígena, donde conversaré con profesionales de salud y pueblo Yanomami. Sumaremos esfuerzos en la garantía de la vida y superación de esa crisis», escribió Lula este sábado en una red social.
Según la evaluación de especialistas, la situación sanitaria en el territorio avanza hacia una «crisis humanitaria» por el aumento de casos de desnutrición en niños y el avance de la minería ilegal en la región.
El pasado año, la entidad aborigen Hutukara Asociación Yanomami solicitó a Lula, entonces presidente electo, expulsar de la zona a los buscadores ilegales de metales preciosos, que con mercurio contaminan los ríos amazónicos, fuente principal de alimentos de aldeas originarias.
Para la ministra de los Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara, resulta «muy triste saber que indígenas, sobre todo 570 niños Yanomami, murieron de hambre durante el último gobierno (del derrotado mandatario Jair Bolsonaro)».
El Ministerio de los Pueblos Indígenas tomará medidas urgentes en torno a esta crisis humanitaria impuesta contra nuestros pueblos, aseguró.
De acuerdo con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, Roraima es el estado con la mayor población aborigen del gigante suramericano. Entre los 631 mil habitantes de la unidad federativa, más de 50 mil se declaran indígenas.
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