Debido a que solo habitan en los árboles, estos animalitos son muy limpios, por lo cual basta con lavarlos bien y ponerlos en un tazón de salsa de pescado con chile para consumirlos, aunque si el comensal lo prefiere, también pueden ingerirse crudos, asarse a la parrilla o freírse con mantequilla.
Según afirman los conocedores, quienes suelen comerlos separan la cabeza del gusano de una mordida para luego deleitarse con la leche grasosa de su cuerpo.
Lo cierto es que este plato es solo uno entre los más de 220 relacionados con esa planta que los chefs de Ben Tre prepararon meses atrás para hacerse acreedores de un Récord Guinnes.
Otros de los manjares que pueden probarse allí son los caracoles de arroz cocidos al vapor con agua de coco, lo que les permite conservar su dulzor.
Para elaborar esta receta se utilizan solo los moluscos capturados en el islote de Phu Da, de la comuna de VinhBinh, caracterizados por su caparazón verde y carne blanca, espesa, grasosa y dulce, pero no viscosa.
Y no menos demandado resulta el papel hecho de harina de arroz y leche de coco, que adquiere diversos sabores de acuerdo con los agregados que se empleen, ya sea sésamo, salchichas, camarones secos o jengibre, entre otros.
(Tomado de Orbe)
