Netanyahu se vio obligado a adoptar la medida tras un fallo la pasada semana de la Corte Suprema que inhabilitó al dirigente del partido ultraortodoxo Shas debido a una condena por delitos fiscales.
Durante una reunión esta mañana del gabinete, el jefe de Gobierno leyó la carta de remoción.
Como saben, decidí nombrarlo para el cargo porque “lo veo como un ancla de experiencia, sabiduría y responsabilidad”, señaló Netanyahu sobre Deri, quien cumplió años de cárcel en el pasado por corrupción.
La lamentable decisión del tribunal desconoce la voluntad del pueblo, afirmó Netanyahu, quien se vio obligado a dar ese paso porque su aliado anunció que no renunciaría y de hecho asistió este domingo a la reunión.
En respuesta a la destitución, el ex primer ministro y líder de la oposición, Yair Lapid, afirmó que los ciudadanos no deberían pagar el precio de la corrupción y el desorden de la actual administración.
“Lo que vemos no es un gobierno, es un circo”, manifestó en Twitter el dirigente del partido Hay un Futuro.
Una encuesta del Instituto Maagei Mohot para el diario Israel Hayom reveló hoy que el 65 por ciento de los israelíes apoya la sentencia judicial que inhabilitó a Deri.
La pasada semana el máximo órgano de justicia del país dictaminó por 10 votos a favor y uno en contra que el titular del Interior y Sanidad no puede ocupar el cargo por su condena hace un año por delitos fiscales.
Deri abandonó el legislativo en enero del pasado año como parte de un acuerdo de culpabilidad, aunque luego retornó al hemiciclo en los comicios celebrados a principios de noviembre.
El político cumplió, además, 22 meses de prisión de 2000 a 2002 por aceptar sobornos mientras se desempeñaba como ministro del Interior.
Ahora todas las miradas se dirigen al Shas, que amenazó con dejar en minoría al ejecutivo si despedían a su jefe.
“Si Deri no puede permanecer en el Gobierno, entonces no habrá Gobierno”, advirtió el titular de Bienestar y miembro de esa agrupación, Yaakov Marji, en declaraciones a la radioemisora Kan.
Los 11 escaños del Shas son clave para la alianza en el poder, que cuenta con 64 de los 120 curules del hemiciclo.
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