De acuerdo con el documento circulado aquí, la producción de petróleo alcanzó apenas las mil 200 kilotoneladas equivalentes, durante los nueve primeros meses de 2022, un 13 por ciento menos que durante el mismo periodo del año anterior.
La producción media diaria llegó hasta finales de septiembre a los 35 mil 500 barriles frente a los 40 mil 400 obtenidos en 2021. Esta caída, señala la fuente, afectó principalmente al yacimiento de Baraka (noroeste), explotado por la compañía italiana Eni y la estatal ETAP al 49 y 51 por ciento, respectivamente.
Por otro lado, el Observatorio Nacional de Energía y Minas anunció este martes que el déficit de la balanza económica energética aumentó un 83 por ciento a finales del pasado noviembre hasta alcanzar los dos mil 700 millones de euros frente a los mil 500 millones durante el mismo período de 2021.
Expertos de esta nación norafricana denunciaron la caída de la producción petrolera en los últimos años, con una merma del 42 por ciento de 2010 a 2018, lo que causó que la dependencia energética pasase del 19 al 47 por ciento.
El yacimiento petrolífero de El Kamour, uno de los más importantes situado en Tataouine, es escenario de continuas manifestaciones desde 2017 para denunciar las incumplidas promesas de los gobiernos de la última década, quienes se comprometieron a crear más de un millar de puestos de trabajo en la región.
Con una deuda superior al 100 por ciento del PIB, el Gobierno tunecino se encuentra a la espera de la aprobación de un nuevo préstamo de mil 900 millones de dólares por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque la fecha oficial para su examen fue pospuesta a finales de diciembre sin plazo alguno definido.
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