Al intervenir de manera virtual en la VII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Celac, el mandatario subrayó que la propuesta busca consolidar una arquitectura propia similar a otros mecanismos de integración, que contribuya a estructurar todos los días las iniciativas de sus 33 Estados miembros.
El gobernante venezolano reiteró que la organización debe discutir y decidir, en su momento, la conformación de una “poderosa Secretaría General”, que ocupe con dignidad la necesidad de articularnos cada vez más.
Subrayó que resulta perentorio retomar la dinámica que logró acercar posiciones, políticas públicas comunes y aprendizaje común, a través de los Consejos de Ministros, y abogó por reanudar el funcionamiento de estos en función de una estrategia común de defensa, geopolítica, salud, educación, cultura y economía.
El jefe de Estado recordó que durante la primera etapa de la Celac los Consejos de Ministros tuvieron una gran fortaleza y una presencia real en la vida de nuestros gobiernos, Estados y países.
Maduro, que no asistió de manera presencial a la reunión ante denuncias de planes neofascistas contra su persona, manifestó que llegó el momento de que la Celac comience a construirse por dentro con una visión clara de lo que debe ser el devenir de nuestros países y consolidar las bases para construir la unión.
Remarcó que la unidad entre las naciones miembros del mecanismo integrador será clave para la consolidación de un nuevo modelo de sociedad.
La unión para la liberación, ese es el llamado desde la Venezuela bolivariana que hacemos a nuestros hermanos y hermanas de América Latina y el Caribe, enfatizó, y ratificó que su país estará siempre a la vanguardia de estos procesos.
Un comunicado ayer del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, denunció que en las últimas horas fueron notificados de un plan elaborado en el seno de la derecha neofascista, cuyo objetivo es llevar a cabo una serie de agresiones en contra de nuestra delegación encabezada por Maduro.
Detalló que pretenden montar un “show deplorable”, a fin de perturbar los efectos positivos de tan importante cita regional, y así contribuir a la campaña de descrédito —ya fracasada— que se ha emprendido contra nuestro país desde el imperio norteamericano.
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