Por Osvaldo Cardosa*
A las 12:28 pm de ese día, cedieron los diques de la presa de Córrego do Feijao, barrio rural de Brumadinho, estado de Minas Gerais (sudeste), que liberó un torrente de lodo y residuos mineros (más de 12 millones de metros cúbicos) que arrasó con todo lo que encontró a su paso.
Según el periódico O Estado de Sao Paulo, tres familias del total de víctimas de la desventura aún esperan los restos de los desaparecidos para dar «cristiana despedida».
Nuestros seres amados no pertenecen al lugar de la tragedia. «Las búsquedas son una forma de reparación con las víctimas», declaró al cotidiano Patrícia Borelli, hija de Maria de Lurdes da Costa Bueno, de 59 años de edad, quien estaba alojada en una hospedería en Brumadinho.
Cuando rompieron las escolleras del depósito, Da Costa Bueno, su marido, dos hijastros y su nuera embarazada, quedaron sepultados junto con otros huéspedes, personal y dueños de la posada.
También las familias de Nathália de Oliveira Porto Araújo, de 25 años, y de Tiago Tadeu Mendes da Silva, de 34, son las otras que siguen a la espera.
La fuerza de tarea de bomberos y policías mantiene hasta la fecha búsquedas y trabajos de análisis en el lugar de los sucesos.
El 21 de diciembre, la Policía Civil de Minas Gerais identificó la víctima 267: Cristiane Antunes Campos, de 35 años, mientras que en mayo y junio pasado caracterizó a otros restos de víctimas.
Los socorristas mantienen acción en las siete fases de búsqueda, al tiempo que se procesan alrededor de 200 toneladas por hora en cada máquina.
Desde 2019, solo dos interrupciones paralizaron las labores: la pandemia de Covid-19 y las fuertes precipitaciones que azotaron a Grande Belo Horizonte a finales de 2021 y principios de 2022.
INFORTUNIO UNICO
La calamidad del depósito de la empresa Vale en Brumadinho es la primera de grandes proporciones desde el accidente del 5 de noviembre de 2015 en el subdistrito de Bento Rodrigues, a 35 kilómetros del centro del municipio de Mariana, también en esa división territorial.
Ese día, la ruptura de escolleras de la empresa Samarco, de la que Vale posee 50 por ciento, ocasionó la muerte de 19 personas y el mayor desastre medioambiental de la historia nacional.
Sin embargo, la catástrofe de Brumadinho fue la séptima en enlutar a Minas Gerais en apenas 14 años, una media superior a una ruptura cada dos años (1,85). El rompimiento del embalse de Córrego do Feijao devastó un área equivalente a 300 campos de fútbol.
Un análisis del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), con base a imágenes de satélite del colapso en Brumadinho y mapas anteriores a la tragedia, reveló en la ocasión que se perdieron aproximadamente 125 hectáreas de bosque. La cifra equivale a más de un millón de metros cuadrados.
El área, en el cual ocurrió el quiebre minero, pertenece a la formación forestal de Mata Atlántica (formación vegetal neotropical presente en Brasil, Paraguay y Argentina), en transición para Cerrado (amplia ecorregión nacional de sabana tropical), que comienza a pocos kilómetros río abajo.
Considerando el área de lodo registrado, la pérdida de hábitat afectó incluso a conjuntos forestales y fragmentó y dificultó la conectividad.
La publicación asegura que, con el paso del tiempo, el desasosiego de los bomberos y de la Policía Civil es que se pierda la calidad del material, a causa de las lluvias y la descomposición, lo cual atentaría contra el hallazgo de cadáveres.
«Toda familia merece enterrar el suyo. Nadie puede quedarse allí perdido. Puede tardar, la gente no sabe qué día, es todo en el tiempo de Dios», manifestó Natália de Oliveira, profesora en Brumadinho y hermana de Lecilda, identificada a finales de 2021 y referida por O Estado de Sao Paulo.
De Oliveira y dos familiares de otras víctimas, Josiana Resende y Geraldo Resende, llevan información a otros núcleos, incluso después de localizados los restos de sus seres queridos.
Ahora, las huellas y los elementos dentales ya no funcionan y se usa la prueba de ADN. Pero como el material biológico usado se descompone, es necesario analizar tejidos duros, como huesos.
MEMORIAL DE LA DISCORDIA
La inauguración del monumento para honrar a los muertos estuvo aplazado por divergencia entre familiares de las víctimas y Vale. La previsión inicial era que el espacio fuera abierto al público en enero.
De acuerdo con los allegados, la compañía minera intenta evitar que ellos administren el memorial.
La denominada Asociación de Familiares de las Víctimas y Afectados por la Tragedia de la Rotura de la presa Mina Córrego do Feijão (Avabrum) informó el 14 de enero del aplazamiento.
Para Avabrum, se encontraron dificultades en las discusiones y diálogo con Vale en lo que se refiere a la gobernanza del espacio, «siendo de mucha importancia la elaboración de los documentos jurídicos, como el término de compromiso/minuta de la fundación».
Josiane de Oliveira Melo, miembro del mando de la asociación, explicó que la idea de crear un monumento surgió en julio de 2019, seis meses después de la ruptura de la presa.
«Estamos muy indignados porque los segmentos corpóreos encontrados de las víctimas ya enterradas, están destinados a una fosa común. Fue ahí que nació toda la historia del Memorial Brumadinho, para colocar de forma digna y honrosa los fragmentos corporales de esas personas», refirió.
Insistió en que «desde nuestra primera discusión venimos hablando con Vale que el memorial sería de las familias, con la mirada de las familias, siendo que la minera debería hacer toda la construcción, de la forma en que la gente estaba solicitando y también hacer un aporte financiero para iniciar la gestión del sitio».
La Abravum asegura que la construcción del memorial estaba en marcha, pero espera un documento jurídico que garantice a los familiares de las víctimas el derecho de dirección.
Aunque las obras avanzaron, Vale no lo hace por esa cuestión jurídica y «hasta que tengamos los términos legales pasando toda la propiedad a Avabrum» para gestionar el monolito en el futuro,»“no vamos a aceptar inaugurar el memorial», subrayó De Oliveira Melo.
La gerencia de la empresa apuntó que las obras están en fase final de conclusión, «lo que permitirá el inicio de la fase de implantación de exposiciones y espacios de memoria».
Precisó que «mantiene un diálogo constante con Avabrum, siendo el propio memorial fruto de escucha activa junto a los familiares de las víctimas, representados por la asociación».
Algunos parientes desconsolados coinciden en expresar que el mejor monumento será el más sencillo, pues la eterna vida de sus muertos permanece en la memoria de los vivos.
arc/ocs
*Corresponsal de Prensa Latina en Brasil