Las autoridades planean una revolución en Judea y Samaria, señaló el periódico al utilizar el nombre que los israelíes dan a la Ribera Occidental, territorio que la comunidad internacional considera parte del futuro Estado palestino.
Entre las propuestas está la aprobación para construir unas 18 mil viviendas destinadas a los colonos judíos y de otras obras de infraestructuras paralizadas, así como la eliminación o reducción del papel de la Administración Civil.
Ese último organismo, dirigido por el Ministerio de Defensa israelí, es el encargado de las funciones burocráticas en Cisjordania y por tanto rige la vida de los palestinos allí.
Bajo el nuevo plan, numerosas de esas funciones serían asumidas por los diversos ministerios israelíes, lo cual es una anexión de facto del territorio.
Según diversas fuentes, unos 490 mil colonos viven a lo largo y ancho de la margen occidental y otros 200 mil en Jerusalén Este, pese a las numerosas resoluciones contra esa política aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
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