Una declaración del gobierno camerunés horas atrás afirma de manera terminante que no ha “encargado algún país extranjero o entidad exterior con papel alguno de mediador o facilitador para resolver la crisis”.
De su lado, los partidos políticos de la minoría anglófona, propugnadores de la separación del resto del país, declararon que toman nota de la más reciente declaración del gobierno central, de mayoría francoparlante.
La confusión aumentó después que el gobierno canadiense declaró la víspera que “está en contacto con ambas partes” y reiteró que su declaración sobre el tema mantiene validez.
El gobierno central camerunés combate con una milicia creada por la minoría anglófona en 2017 tras proclamar el surgimiento de la República de Ambazonia, carente de reconocimiento regional o internacional.
La confrontación armada entre los beligerantes costó hasta el momento la vida a unas seis mil personas, en su casi totalidad civiles, y el desplazamiento de alrededor de 800 mil residentes en la zona del conflicto en el cual ambas partes se acusan de crímenes de guerra.
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