Seguimos comprometidos con el fortalecimiento de los sistemas sanitarios para la detección precoz y la respuesta a la aparición, reaparición y propagación de esas infecciones, aseguró la directora ejecutiva de la entidad, Joy St. John.
“El laboratorio de Microbiología Médica de Carpha tiene la capacidad y está preparado para realizar pruebas y proporcionar confirmación diagnóstica de los casos sospechosos en el área”, afirmó la doctora.
Sin embargo, declaró, los Estados miembros deben mantener un enfoque estratégico de la vigilancia y la recogida y envío de muestras para aumentar nuestras posibilidades de identificación precoz de tales enfermedades.
Al mismo tiempo, St. John también animó a las personas a eliminar los posibles criaderos de mosquitos en sus casas y alrededores.
Dado el aumento de los viajes regionales e internacionales al Caribe y la presencia del mosquito Aedes aegypti, endémico en la región y transmisor del dengue, el chikungunya y el zika, instó a reforzar la vigilancia sistemática de la fiebre en las comunidades.
Carpha calificó además de fundamental que los Ministerios de Salud continúen con las campañas de educación pública para recordar a la población la importancia de mantener sus alrededores libres de criaderos de mosquitos y evitar las picaduras de estos.
Ello implica mantener los bidones y barriles de agua bien tapados, y tirar la estancada de floreros, neumáticos viejos y otros recipientes, precisó.
El dengue, la chikungunya y el zika están asociados a consecuencias para la salud de moderadas a graves, con mayor riesgo para los niños pequeños y/o los grupos de mayor edad.
Los síntomas del zika incluyen erupción cutánea, fiebre, dolor muscular y articular, y conjuntivitis, mientras se confirmó que es causa de anomalías congénitas en neonatos de mujeres infectadas por el virus durante el embarazo y desencadena el síndrome de Guillain-Barré.
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