Un estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters ya había advertido sobre esa situación que se mantuvo también en 2019 hasta llegar al 2022, siempre en la etapa veraniega.
Los expertos utilizaron la gravimetría por satélite para observar los recursos de aguas subterráneas del mundo y documentaron sus cambios en los últimos años.
Puntualiza la fuente que los efectos de esta prolongada sequía se hicieron patentes en Europa en el verano de 2022, evidenciándose en cauces secos y aguas estancadas que desaparecían lentamente.
Numerosas especies acuáticas perdieron su hábitat y los suelos secos causaron muchos problemas a la agricultura.
La sequía también golpea el sector energético con problemas en centrales hidroeléctricas y hasta en plantas nucleares.
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