Siete personas murieron el lunes y otra resultó herida en dos balaceras relacionadas en la ciudad costera californiana de Half Moon Bay.
El pasado fin de semana 11 personas fallecieron y nueve presentaron lesiones en otro tiroteo masivo en Monterey Park, también en California.
Hubo conmoción en ese estado además el 16 de enero, cuando cuatro generaciones de una familia, entre ellos un bebé, fueron ultimadas en una ejecución similar a la de un cártel.
Tras las tragedias, el presidente estadounidense, Joe Biden, insistió en la prohibición de las armas de asalto en Estados Unidos.
“Sabemos que el azote de los ataques con armas de fuego requiere una acción más enérgica”, señaló el mandatario en un comunicado, e instó al Senado y a la Cámara Baja del Congreso a actuar con rapidez para una normativa que restrinja esos artefactos letales.
“Tomen medidas para mantener seguras las comunidades, escuelas, lugares de trabajo y hogares estadounidenses”, afirmó el gobernante de un país que tiene más armas que ciudadanos.
En la actual semana hubo reportes de que un abogado enviado por Pence encontró cerca de 12 documentos considerados sensibles en su casa en la ciudad de Carmel, Indiana, y alertó a los Archivos Nacionales, que a su vez avisaron al Departamento de Justicia.
La búsqueda fue a raíz de las revelaciones en enero sobre material secreto descubierto en una oficina, garaje y residencia privada de Biden, que datan de su época como vicemandatario de la administración de Barack Obama (2009-2017).
El hallazgo ocurrió después que Pence dijera, repetidamente, que no tenía ningún papel clasificado en su poder.
La agencia de Archivos Nacionales y Administración de Documentos pidió el pasado jueves a los expresidentes y vicemandatarios de las últimas seis administraciones de Estados Unidos revisar sus registros en busca de material clasificado que siga en su poder.
En agosto de 2022, agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) revisaron la mansión de Trump en Florida ublicada en Mar-a-Lago y detectaron archivos marcados como confidenciales y de “alto secreto”.
El FBI trabaja con otras agencias norteamericanas en la evaluación de dichos materiales y analiza la repercusión que pudo tener en la seguridad nacional su almacenamiento en sitios considerados desafortunados.
En opinión de analistas, estos hechos evidencian la mala gestión de reportes oficiales del Gobierno, pues, según la ley, el jefe de Estado y el vicepresidente, una vez retirados del cargo, deben entregar los informes a los Archivos Nacionales para su almacenamiento seguro.
Esta nación norteña en lo que va de 2023 sufrió 42 tiroteos masivos (aquellos en los que al menos cuatro personas reciben disparos, excluyendo al atacante), y más de tres mil personas murieron por armas de fuego, precisó la organización Gun Violence Archive.
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