El portal Rede Brasil Atual asegura que el Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía remitió refuerzos a la fuerza de tarea montada en esa región desde las denuncias de la situación inhumana y de genocidio de ese pueblo.
La misión estará bajo la dirección del Centro de Operación de Emergencias en Salud Pública, debido a que la presencia requiere una serie de procedimientos sanitarios para preservar la integridad de las aldeas nativas.
El ministro de Derechos Humanos, Silvio Almeida, explicó que la agenda servirá de base para la construcción de un informe que orientará la continuidad de las acciones gubernamentales.
Se pretende determinar responsabilidades acerca de la tragedia humanitaria ocurrida.
«La situación del pueblo Yanomami solo se resolverá con políticas públicas que tengan un carácter de larga duración, o en la síntesis perfecta del presidente (Luiz Inácio) Lula (da Silva), con presencia efectiva del Estado», indicó Almeida.
Al mismo tiempo, el ministerio articula con organizaciones de la sociedad civil asociaciones para viabilizar acciones de emergencia para los Yanomami.
El Gobierno procura reforzar el aparato federal en la región, tanto el especializado como el militar.
La Fuerza Aérea Brasileña ya instaló un hospital de campaña en Roraima, con el objetivo de apoyar a los equipos del Ministerio de Salud y acelerar la atención médica.
El sitio apunta que la repercusión de las acciones de genocidio en la Tierra Indígena Yanomami, bajo el gobierno del Jair Bolsonaro, hizo que el derrotado mandatario se manifestara.
Bolsonaro publicó en red en la noche del sábado que «nunca un gobierno ha prestado tanta atención y medios a los indígenas» como el de él.
El término correcto, sin embargo, sería desatención, refiere el portal noticioso.
Al final, durante el gobierno anterior, la población de 30 mil indígenas Yanomami en Roraima se vio rodeada por el mismo número de atraídos por la explotación impune.
Este contingente de 30 mil mineros ilegales fue responsable de una deforestación cuatro veces mayor y del envenenamiento de los ríos.
Rede denuncia que así evolucionó la política de genocidio defendida por Bolsonaro desde sus tiempos de diputado considerado como inoperante.
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