Según los expertos las infecciones por hongos causan más de 1,5 millones de muertes cada año y no existe una vacuna para prevenirlas, además de duplicar los costos de hospitalización y las estadías en los centros de salud.
«Existe una importante necesidad clínica no satisfecha de este tipo de prevención y tratamiento, especialmente entre las personas inmunodeprimidas», dijo Karen Norris, investigadora principal del nuevo estudio y profesora de la Facultad de Medicina Veterinaria.
La población de pacientes en riesgo de infecciones fúngicas invasivas aumentó significativamente en los últimos años, subrayó la científica citada en un artículo publicado en PNAS Nexus.
La vacuna experimental está diseñada para proteger contra los tres patógenos fúngicos más comunes que son responsables de más del 80 por ciento de las infecciones fúngicas fatales.
El estudio probó la eficacia de la vacuna en cuatro modelos animales preclínicos, incluidos primates no humanos.
“Debido a que se dirige a tres patógenos diferentes, la vacuna tiene el potencial de ser innovadora en lo que respecta a las infecciones fúngicas invasivas”, dijo Norris, quien anunció que hay planes en marcha para desarrollar la vacuna para un ensayo de seguridad de Fase I (en humanos).
Las infecciones fúngicas se observan con mayor frecuencia en personas con trastornos inmunitarios, incluidas aquellas con VIH no controlado o inmunidad deteriorada por terapias como la quimioterapia o los antiinflamatorios.
Sin embargo, algunos estudios han mostrado que la población en riesgo se ha expandido en los últimos años, esencialmente a personas con diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y con coinfecciones como Covid-19, tuberculosis o gripe.
La nueva vacuna se dirige a las tres causas más comunes de infecciones fúngicas: Aspergillus, Candida y Pneumocystis.
La vacuna mostró una amplia inmunidad antifúngica de protección cruzada en los modelos animales, lo que es un buen augurio para futuros ensayos clínicos, remarcaron los investigadores.
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