«Vine a pedir disculpas. Fue un post (contenido en Internet) desafortunado, me equivoqué. Estoy aquí pidiendo disculpas, porque cuando se erra no hay otra forma, hay que asumir el error y disculparse. Jamás tuve la intención de incitar a la violencia, al odio, no forma parte de mí», declaró el atleta en un video publicado en la misma plataforma.
Cuando uno de sus 350 mil seguidores en la red le preguntó si le daría un tiro en la cara al exsindicalista, De Souza, de 35 años y confeso adepto del exmandatario Jair Bolsonaro, respondió con otra interrogante: «¿Alguien haría eso?».
Pese a la disculpa, Paulo Pimenta, ministro jefe de la Secretaría Especial de Comunicación de la Presidencia, anunció, pero en Twitter, que activó la Abogacía General de la Unión y «tomaremos todas las medidas necesarias. ¡No toleraremos las amenazas hechas por extremistas y golpistas!».
Asimismo, el club Sada Cruzeiro, a la que pertenece el jugador, anunció apartar por tiempo indeterminado al atleta.
«La dirección de la asociación deportiva y social Sada repudia cualquier acto que pueda significar incitación a la violencia y aclara que no comparte de manera alguna con las recientes publicaciones del atleta Wallace de Souza en sus redes sociales», indica una nota de la sociedad atlética.
Agrega que permanecerá atenta a los procedimientos legales de este «lamentable episodio y se estudiarán nuevas medidas». Medios locales aseguran que por este delito, el voleibolista podría ir a la cárcel y cumplir entre tres y seis meses por el delito de instigación al crimen, así como enfrentar una sanción monetaria.
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