En su cuenta de Twitter, la Uneac evocó a Sara como una virtuosa que se hizo eterna en sus canciones y cuya “obra inmensa perdura, ilumina y acompaña” de la mano de letras inolvidables como «Amor mío, no te vayas, que no quiero verme sola otra vez».
Sara nació en Marianao, La Habana, el 13 de julio de 1951 y al inicio de los 70 realizó incursiones en el canto, formó parte del grupo Los Dimos e hizo dúo con el cantautor Pedro Luis Ferrer.
En su época de estudiante conoció a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, quienes junto a Noel Nicola fundaron el movimiento conocido como «La Nueva Trova Cubana».
Ellos la estimularon para que musicalizara los «Versos Sencillos» de José Martí -su primer disco LP- y de ahí nació su vinculación con ese movimiento musical, dentro del cual devino la voz femenina más representativa.
A partir de 1972 se incorporó al Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC y al comenzar la década del 80 integró junto a los artistas Virulo, Carlos Ruiz de la Tejera, Jesús del Valle y otros, el Conjunto Nacional de Espectáculos, una vertiente satírica del teatro musical.
En 1984 unió su quehacer musical al grupo Guaicán y de ahí su trayectoria continuó ascendiendo como compositora, cantante y guitarrista, entonando canciones vinculadas a la épica revolucionaria que perdurarán en el recuerdo del público cubano y mundial.
Sara realizó estudios de composición, armonía y orquestación. Produjo música para cine, televisión y radio.
En su discografía se encuentran los títulos Versos sencillos de José Martí (1975), Cuatro cosas (1982), Con un poco de amor (1987), Con apuros y paciencia (1991), Si yo fuera mayo (1996) y Mírame (1999).
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