El presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jim Jordan, por ejemplo, celebró lo que prometió será la primera de una serie de audiencias con el propósito de reunir evidencias contra Mayorkas.
Ello ante la crisis migratoria que experimenta el país y también por las muertes asociadas al opioide fentanilo.
Con los mismos fines, el presidente del Comité de Supervisión, James Comer, realizará una reunión la próxima semana con Gloria Chavez y John Modlin, dos agentes principales de la Patrulla Fronteriza.
Otro detractor de la gestión del secretario de Seguridad Nacional, el representante Andy Biggs de Arizona, aseguró que presentará sus propios argumentos de juicio político.
Todas estas acciones se suman a la moción de censura presentada el mes pasado donde se acusa a Mayorkas de adoptar una conducta incompatible con sus funciones, actualmente apoyada por 39 conservadores.
De manera contraria, otros aliados del partido republicano advierten que no se debe avanzar oficialmente con un proceso de este tipo si no se prevé un resultado favorable.
El representante Tom Cole, por ejemplo, alertó sobre las consecuencias de obligar a los miembros a adoptar una postura sobre un tema controvertido.
Simplemente no creo que sea útil poner a la gente en esa posición, dijo citado por el diario Politico.
“Creo que lo que está pasando en la frontera es negligencia, abandono del deber, pero no estoy convencido de que acusar a Mayorkas vaya a resolver el problema. Creo que necesitamos las elecciones de 2024 para cambiar la Casa Blanca”, estimó el legislador Don Bacon.
Otros, incluidos los representantes Brian Fitzpatrick y Mike Lawler, declararon creer que el partido debe centrarse en cuestiones más prioritarias como la lucha contra la inflación.
Aún si se llegara a una resolución, los conservadores solo podrían darse el lujo de perder cuatro votos de sus correligionarios para enjuiciar a Mayorkas, debido a su exigua mayoría.
Acorde con observadores, el impulso de juicio político podría encontrar apoyo en la Cámara Baja controlada por los republicanos, pero es poco probable que avance en el Senado dominado por los demócratas.
No obstante, el intento podría aumentar las tensiones con la administración del presidente Joe Biden.
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