«En 2013, fueron varios los episodios con manifestantes en un número mucho mayor que ese 8 de enero, y la Policía Militar (PM) se portó muy bien, y nada más grave sucedió en aquellas oportunidades», señaló Avelar durante una entrevista concedida a Record TV y el portal R7.
Con pedidos de intervención militar y rechazo a la asunción al poder del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, grupos extremistas adeptos del derrotado mandatario Jair Bolsonaro invadieron y depredaron en esa fecha las sedes del Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal (STF) y la Presidencia.
Ante estas acciones antidemocráticas, el secretario precisó que resulta «necesario verificar si se utilizaron los medios necesarios, las unidades con competencia para lidiar con ese tipo de manifestación, lo cual aparentemente no sucedió el 8 de enero y dio lugar a estos hechos lamentables, que son objeto de investigación».
Por la inmediata recuperación de la institucionalidad tras la rápida reacción del Gobierno y en especial de Lula, quien ordenó la intervención federal de la Seguridad Pública en el DF, se pudo controlar la situación en más de cuatro horas.
Recientemente, el exsindicalista manifestó que hubo una falla de los servicios de inteligencia del Gobierno que no alertaron sobre los ensayos golpistas.
«Aquí tenemos inteligencia del Ejército, nosotros tenemos inteligencia del GSI (Gabinete de Seguridad Institucional), nosotros tenemos inteligencia de la Marina, nosotros tenemos inteligencia de la Aeronáutica, o sea, la verdad es que ninguna de esas inteligencias sirvió para avisar al presidente de la República cómo pudo haber ocurrido eso», recalcó.
Explicó que «si hubiera sabido, el viernes (6 de enero), que vendrían ocho mil personas aquí, yo no habría salido de Brasilia. No lo habría hecho. Me fui porque estaba todo muy tranquilo, entre otras cosas porque estábamos viviendo todavía la alegría de la posesión», agregó.
Recordó los momentos de tensión y manifestó que tenía la impresión de que hubo ese domingo un intento efectivo de golpe de Estado en Brasil y complicidad de miembros de las Fuerzas Armadas en la acción de los vándalos.
Medios periodísticos aseguran que un mayor de la reserva de la PM del DF lideró el campamento golpista frente al Cuartel General del Ejército por más de 60 días y acabó huyendo tras las embestidas antidemocráticas.
Cláudio Mendes dos Santos, de 49 años, llegó a conmemorar en un mensaje en el aplicativo multiplataforma de mensajes WhatsApp: «Aún no estoy preso».
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