La rana de carrizo de garganta espinosa de Ukaguru (Hyperolius ukaguruensis) fue hallada en las montañas de ese nombre en Tanzania y tiene la peculiaridad de que no croa, canta ni gorjea, lo que la ubica en el grupo reducido de ranas del mundo que no vocalizan a sus semejantes.
La nueva especie pertenece a un grupo de ranas de garganta espinosa, que fiel a su nombre tienen pequeñas espinas en la garganta del macho.
Como no pueden confiar en el sonido para reconocer a los miembros de su especie, podrían usar espinas en su lugar, según los expertos.
Es un grupo de ranas muy extraño, dijo Lucinda Lawson, bióloga conservacionista y profesora asistente de investigación en la Universidad de Cincinnati.
“Las ranas macho no llaman como la mayoría de las otras ranas. Creemos que pueden usar la columna vertebral como algo así como Braille para el reconocimiento de especies”, pues sin una llamada, necesitan alguna otra forma de reconocerse, detalló.
Explicó que este grupo de ranas tiene solo unas pocas especies, que se encuentran en pequeñas poblaciones que las hacen raras y en peligro de extinción.
Según Lawson, encontrar un nuevo miembro de este grupo es una gran victoria para la conservación.
La rana recién descubierta se une a una familia de casi 200 especies en el género Hyperolius.
Comentó que al verla inmediatamente quedó claro que se trataba de una rana de garganta espinosa, pero esta era de color dorado, marrón verdoso en lugar del color verde que se encuentra en las otras especies, apuntó.
Una combinación de análisis genéticos y genómicos confirmó que esta rana era distinta de otros miembros de Hyperolius.
Los investigadores también identificaron su relación evolutiva más cercana, Hyperolius ruvuensis, otra especie que está en peligro crítico y probablemente extinta.
Las mediciones encontraron que la rana tiene proporciones corporales únicas, con ojos más pequeños en relación con su cabeza que otras ranas de garganta espinosa.
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