En declaraciones citadas por el diario Al-Watan, dijo que lo promovido de que estas medidas coercitivas unilaterales excluyen los alimentos y las medicinas es una mera mentira mediática. Estas acciones punitivas impuestas por Estados Unidos y los países de la Unión Europea constituyen un gran obstáculo para todas las industrias en Siria, incluida la de los medicamentos, manifestó el directivo.
Lamentó que los costos de producción son altos en comparación con los países vecinos e incluso con los países europeos, a consecuencia de estas sanciones que provocan también cortes de electricidad y escasez de combustible.
A su vez, los propietarios de empresas farmacéuticas nacionales afirmaron durante una reunión con el jefe de la Cámara de Industria de Damasco, Ghazwan Al-Masri, que las plantas de Siria son capaces de cubrir las necesidades de Medio Oriente si no fuera por el bloqueo.
Antes de la guerra que comenzó en 2011, Siria disponía de 70 plantas de medicamentos cuya producción cubría el 93 por ciento de las necesidades del mercado nacional y, además, exportaba a más de 44 países.
Las acciones terroristas causaron la destrucción y salida de servicio de 19 instalaciones, sin embargo, el Gobierno logró reactivar esa industria y las plantas que en el año en curso llegaron a 100, cubren el 85 por ciento de las necesidades.
En junio del 2020, Estados Unidos impuso de manera unilateral nuevas sanciones extraterritoriales contra Siria bajo el nombre de Ley César, destinada a asfixiar a Damasco.
Las autoridades sirias aseguran que las políticas de bloqueo y la imposición de medidas económicas coercitivas unilaterales han sido parte de las ciegas disposiciones coercitivas de Occidente y la otra cara del terrorismo que derramó la sangre de los ciudadanos de esta nación árabe.
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